miércoles, 9 de diciembre de 2009

Próximo invierno

Me gusta que vaya llegando el invierno. Que al asomarme a la calle por la mañana, cuando aún es de noche, sienta frío en la cara. Pisar las hojas y la tierra húmeda. Es cierto que el invierno en Madrid no es duro, no lo puedo comparar con cómo será en un pueblo de la Sierra. Pero, aún con la bondad del clima, y más siendo este un año ya de por sí cálido, me gusta esta llegada del solsticio. Los días son cortos, pero en el aire algo se prepara. Los árboles se preparan para guardar reposo durante unos meses, el suelo se prepara para recibir la escarcha, y el cielo se prepara para, poco a poco, ir regalándonos más luz. Dentro de pocos días llegaremos a la noche más larga, aquella que nuestros antepasados temían, por la poca vida que podía surgir de la oscuridad, y que a la vez anhelaban que llegara, para empezar un nuevo ciclo de luz, un nuevo ciclo de vida. Siento que me voy apagando, que parece que me falla la energía estos días. Pero la esperanza de la noche más larga, cuando la luz vencerá y volverán a crecer los días, me infunde nuevos ánimos. Es un lento compás de espera. Apenas unos días....

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