lunes, 22 de marzo de 2010

La soledad del opositor

Lo duro de preparar la oposición no es la cantidad de horas que le tienes que dedicar. Al fin y al cabo, si la materia que estudias te gusta, no lo consideras como un sacrificio, sino como una oportunidad de profundizar en ciertos temas, o de aprender más. Si te gusta estudiar, la oportunidad de preparar una oposición de lo que te gusta es un lujo.
Pero, aunque tengas que dedicarle doce horas al día, eso no es lo duro. No. Lo duro es la soledad que se siente. Con la mejor de las intenciones, las personas que te rodean te hacen ver que no quieren molestarte, ni distraerte de los estudios, ni quitarte tiempo, es comprensible, andas muy liada y no puedes quedar de momento. ¡Pero por favor, si estoy deseando que me molestes, que me llames! Es duro sentir ataques de melancolía y de soledad.

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